7/12/07

Adviento

¡Arriba, tú, hombrezuelo! ¡Huye un poco de tus ocupaciones! Entra un instante en ti mismo, apartándote del tumulto de tus pensamientos. Arroja lejos de ti las preocupaciones que te agobian y aparta de ti las inquietudes que te oprimen. Búscate tiempo para Dios y descansa. Habla con Dios y dile con todas tus fuerzas: "Quiero, oh Señor, buscar tu rostro". Señor mío y Dios mío, enseña a mi corazón dónde y cómo tengo que buscarte, dónde y cómo puedo encontrarte.

San Anselmo

No hay comentarios:

Reflexiones e intuiciones de un caminante y compañero de caminos. Ideas que me hacen crecer.